Pasos
1
Ten una actitud proactiva. Desde el primer día, demuestra interés y dedicación en las actividades que realices. Si manifiestas ganas de aprender y superarte en tus tareas, tendrás más posibilidades de crecimiento en tu nuevo empleo.
2
Establece relaciones positivas con tus compañeros. Si entablas vínculos sanos, generarás un buen clima de trabajo y podrás recibir y dar ayuda. No te excedas en la confianza, ni pienses que alguien querrá perjudicarte.
3
Sé respetuoso con tus superiores, tus pares y tus subordinados, si los tienes. Promueve un ambiente de confianza y familiaridad, sin olvidar que estás en el trabajo.
4
Acepta las críticas: mantén una postura flexible y abierta para escuchar las correcciones que puedan hacerte. Si te has equivocado, recuerda el error cometido para no repetirlo.
5
Sé puntual: cumplir con los horarios de entrada, de almuerzo y de salida, forma parte de tus tareas. Recuerda que la puntualidad es signo de disciplina, responsabilidad y respeto.
6
Evita involucrarte en chismes. No hables mal de nadie ni te dejes influenciar por comentarios con respecto a otros compañeros. Si eres cordial con todos, no tendrás roces ni malos entendidos innecesarios.
7
Cuida tu imagen y aseo personal. Vístete de acuerdo a la actividad que realices. Si usas uniforme, mantenlo limpio y arreglado. Si no tienes reglas rígidas para la vestimenta, escoge ropa adecuada sin perder la formalidad.
8
Cumple las normas de la empresa. Todo ambiente de trabajo es una comunidad con sus reglas y costumbres. Adáptate a ellas, aunque no las compartas del todo. Si quieres modificarlas, cúmplelas primero durante un tiempo y evalúa luego la pertinencia del cambio.
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