¿Qué me pongo para que me contraten?

A la hora de acudir a una entrevista de trabajo la ropa importa... y mucho. Con poco tiempo para impresionar -y decenas de candidatos disputando la misma posición- la última cosa que queremos es ser recordados como aquel de la camisa raída o aquella de la falda demasiado corta. Es injusto, pero así es.

Jóvenes en entrevista

Para los empleadores entrevistados, el mejor consejo es no arriesgarse con la apariencia.

Una encuesta realizada por la página británica de búsqueda de empleo en internet The Ladders reveló que el 76% de los jefes entrevistados decidirían no contratar un candidato a causa de su vestimenta.

La investigación, para la que se entrevistó a 500 ejecutivos, también sugiere lo importante que es invertir en un buen traje para la entrevista y cuidar la condición y limpieza de las prendas.

Por supuesto que la ropa depende mucho de la empresa, un clásico traje azul marino de financiero puede quedar completamente fuera de lugar en un ambiente más informal. Sin embargo, estos consejos se aplican para la mayoría.

Errores y aciertos al vestir

Para los ejecutivos entrevistados, los mayores errores son:

Para las mujeres:
- Faldas demasiado cortas
- Sandalias o zapatos abiertos
- Escote muy pronunciado
- Aretes o joyería demasiado grande
- Estampados vistosos
- Jeans
- Colores rosa, rojo o naranja

Para los hombres:
- Camisas de manga corta o camisetas
- Traje de chaqueta sin corbata
- Zapatillas deportivas
- Camiseta polo
- Jeans
- Chaqueta de cuero
- Calcetines blancos
- Colores rojo o naranja

Mujer con jeans

No parece una buena idea llevar jeans a una entrevista.

Para los empleadores entrevistados, el mejor consejo es no arriesgarse con la apariencia, escogiendo piezas básicas y de calidad.

Para las mujeres:
- Faldas y vestidos de largo mediano
- Camisa o blusa de manga larga en blanco o color pastel
- Saco azul marino o negro
- Medias
- Tacones altos
- Perlas

Para los hombres:
- Camisa de manga larga en color blanco o azul
- Traje azul marino
- Zapato de cuero negro
- Gemelos
- Corbatas discretas
- Calcetines negros

Si a pesar de todas estas precauciones no le dan el empleo, entonces es hora de mirar con más detalles su curriculum.

Fuentes: No se, perdi el link XD

Diez claves para aprender a llevar un traje

¿Qué botón me tengo que desabrochar de la americana? ¿Cómo me tiene que quedar el cuello de la camisa? Y, ¿qué zapatos me pongo? Son dudas que suelen surgir a la hora de elegir un traje. Para resolverlas, hemos estado con el presidente del Club de Sastres de Madrid, José Mª Reíllo, responsable de que los políticos y empresarios que pasan por su taller luzcan perfectos con traje. Atento a las diez claves para llevar bien esta prenda.

1. La figura es el apartado más importante. A partir de ella se determinan todos los elementos del traje, color, medidas… Además, con un traje a medida se puede mejorar mucho la línea del cuerpo.

2. El cuello de la camisa se tiene que ver completo, no tiene que estar cubierto por el de la americana, ya que entonces daremos la sensación de andar encogidos. Los puños tienen que asomar unos dos dedos por las mangas de la americana.

3. Un fallo muy común en los hombres es el largo del pantalón. Según José Mª Reíllo éste no tiene que arrugarse, tiene que llegar justo al zapato y dejar que se vea entero. En cuanto al ancho, hay una tendencia al pantalón pitillo, pero hay que tener en cuenta el número de pie de quien lleva el traje, porque, si es una talla grande, el pantalón tendrá que ser más ancho, ya que si no sus pies se agigantarán.

4. Combina el traje con unos zapatos de cordones o de hebilla. Nunca mocasines (algo que se suele ver mucho por la calle).

5. Busca los trajes de talle alto, ya que te mejorarán la figura.

6. En americanas de tres botones, déjate el central abrochado, mientras que en las de dos, lleva suelto el inferior (el superior marca el talle).

7. Las últimas tendencias en trajes apuestan por una vuelta a la camisa blanca, en detrimento de las de colores, dibujos y rayas. Se llevan en falsos lisos (imitando dibujos de espiga, lino…).

8. Al llevarse las camisas blancas, las corbatas pueden ser más originales. Además, apuesta por combinarlas con pañuelos a juego en el bolsillo superior de la americana.

9. El ancho de los hombros va en proporción a la cabeza. La idea es crear una apariencia estética y armónica.

10. En cuanto a los materiales, se llevan las lanas frías y los colores oscuros, aunque José Mª Reíllo anima a probar colores y dibujos más originales.

Ahí tienes lo principal para elegir un traje. A partir de ahora no tienes excusas para no llevarlo bien. Y tú, ¿tienes algún truco que contar?

Fuentes: http://www.yanswersbloglatam.com/b4/?p=300

Miedo laboral: la otra cara de la crisis

El miedo y la incertidumbre son las emociones más frecuentes de un empleado a raíz de la crisis laboral, de acuerdo con un especialista.

La crisis económica no sólo cambió la organización y ajustó los presupuestos de las empresas, también modificó el comportamiento de los trabajadores y el clima laboral, asegura el consultor especializado en Comunicación para la Calidad, Carlos Muñoz.

"La gente no toma decisiones en su trabajo porque tiene miedo a equivocarse y ser despedido (...), están estancados porque nadie quiere ser el próximo que se vaya", dice Carlos Muñoz.

Además del estrés producido por el entorno económico y el enrarecimiento del clima laboral, los trabajadores cada vez son menos capaces de manejar sus emociones para impedir que se conviertan en un problema real.

El 20% de los mexicanos padece estrés laboral, que es ocasionado principalmente por la excesiva carga de trabajo, la indefinición de roles y un mal clima laboral, según datos de Bumeran.com México y el Instituto Mexicano del Seguro Social.

El aumento de estrés en un trabajador, generado por factores de angustia, puede disminuir hasta un 50% la productividad laboral al impedir la concentración y aumentar la tensión, de acuerdo con especialistas en el manejo de capital humano.

"Las empresas deben entender que el manejo de las emociones es fundamental, si un empleado no aprende a darles un cauce positivo, tarde o temprano saldrán a flote en una forma negativa y descontrolada", refiere el consultor.

Otro factor de riesgo para las organizaciones es la depresión, ya que la ira y el miedo que no se expresan se convierten en este sentimiento.

Como consecuencia las compañías tendrán cada vez más empleados desmotivados, tristes y con dificultad para concentrarse. "Con una plantilla así es difícil lograr las metas establecidas", dice Muñoz.

Las emociones se contagian, de ahí la importancia de conservar un clima laboral que permita el correcto y sano desempeño de los empleados dentro de una organización.

A continuación, algunos consejos del experto para que tus emociones no se conviertan en un obstáculo para desarrollar tu trabajo:

Reconocer tus emociones: lo esencial es expresarlas y hablar de ellas. "Se pueden contener, pero no reprimir", dice Muñoz. Es importante expresarlas con uno mismo y respirar profundo, de esta forma la emoción pierde fuerza y comienza a pasar, lo que impedirá que pierdas los estribos o hagas cosas de las que luego te arrepentirás.

Todas las emociones tratan de decirte algo: por incómodas o inoportunas que parezcan, siempre ayudan a establecer límites cuando algo no nos gusta. Las emociones permiten también pedir tratos más justos, cambiar la estrategia o ayudan a buscar alternativas. Recuerda que el secreto está en cómo manejarlas sin que te manejen a ti.

Aprovecha las ganancias secundarias: no existen emociones negativas, sino mal controladas. Por ejemplo, si tienes miedo, puedes en ese momento tener el coraje suficiente para llevar a cabo una acción que te permita un bienestar posterior

Evita el pesimismo: aunque las noticias y el panorama no sean halagadores, todo depende del cristal con que se mire. En vez de enumerar todas las deficiencias, motiva a tus empleados, equipo o compañeros con retos. "Además de relajar el ambiente, la propuesta de retos ayudará a incentivar la productividad y mejorar los resultados", finaliza el consultor.

Fuentes: http://mx.news.yahoo.com/s/12082009/65/n-business-miedo-laboral-cara-crisis.html

Las 7 actitudes de un mal jefe

Un mal jefe
Si la empresa fuera un barco, el jefe sería el capitán encargado de dirigirla a buen puerto... pero en algunas ocasiones es también el lastre que impide el desarrollo de la organización, señalaron algunos especialistas.

Las malas actitudes y el abuso de poder son las conductas de un superior que más afectan la gestión empresarial, ya que disminuyen la confianza de los empleados y provocan baja productividad laboral, dice el especialista en Administración de Empresas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Carlos Aguilar.

"No hay nada peor que trabajar bajo las órdenes de un jefe poco calificado que se empeña en destruir la proactividad de sus empelados (...), dirigir un área de la empresa es más que gritar órdenes sin sentido", asegura a su vez la experta en Dirección de Carrera y Management, Daniela de León.

Si te acaban de ascender o quieres que tu gestión sea un impulso para tus subordinados en lugar de una barrera, conoce las conductas que debes evitar:

1. Promesas incumplidas: Esta práctica engañosa es una estrategia común que utilizan los superiores para obtener beneficios adicionales de los empleados, señala Aguilar. Y aunque en un principio logran su cometido, después de cierto tiempo la relación laboral se desgasta y crea en el empleado un sentimiento de frustración y desengaño. Si no tienes la certeza de poder cumplir el incentivo o beneficio que le prometiste, es mejor quedarte callado.

2. Comparar no siempre es bueno: las comparaciones tienen un doble impacto, ya que ésta puede ser humillante y bajar la moral del afectado y de quien sea testigo del hecho. Por otro lado, el trato preferencial hacia algún miembro del equipo puede enrarecer el clima laboral y despertar suspicacias, afirma Daniela de León. "Las diligencias deben basarse siempre en resultados y políticas de la organización (...), no se puede prohibir la amistad, pero ésta nunca debe intervenir en el desarrollo de la empresa".

3. La desconfianza como norma: no confiar en los subordinados es una práctica que podría estar justificada, pero siempre hay que optar por disminuirla. "Tener un control excesivo en los empleados envía el mensaje de que son incapaces de hacer cualquier tarea", asegura el psicólogo organizacional Victor Muriedas. Lo mejor es darles la confianza suficiente para expresar libremente sus ideas, te sorprenderán los resultados.


4. Poca comunicación: la gran preocupación en las organizaciones suele ser la comunicación institucional, pero casi nadie se ocupa de la relación cotidiana entre el jefe y empleado, asegura el especialista en Comunicación Organizacional Iván Cabañas. Si esta vía no funciona o es incipiente, es como gritar órdenes en medio del desierto: si se tiene suerte, alguien pasará y tal vez escuche, pero nadie garantiza que lo entienda.


5. Apropiarse de méritos de los empleados: algunos jefes suelen propiciar la lluvia de ideas para robar proyectos o iniciativas de sus subordinados. Esta práctica, además de desleal, enoja y desmotiva a los empleados. Un verdadero líder es aquél que facilita o propicia el desarrollo, el mejor desempeño y la realización profesional de los trabajadores bajo su mando. "Los mentirosos tarde o temprano son descubiertos, y entre más hayan ascendido con engaños, peor es la caída", dice Carlos Aguilar.

6. Las exhibiciones innecesarias de poder: algunos directivos ambicionan el poder, ya sea para hacer cosas grandes, mejorar su estatus, o simplemente para poseerlo y ejercerlo. En cualquier caso el culto al ego puede resultar lesivo para los subordinados cuando éstos ven afectada su dignidad personal o profesional. La arrogancia, la presunción de infalibilidad, la exhibición de privilegios, las decisiones porque lo digo yo afectan la productividad y terminan con el respeto al líder.

7. La irritabilidad permanente: así como imaginamos al mejor jefe con buen carácter, educado y comprensivo, asociamos al peor jefe con la irritabilidad y la dificultad en la relación. "Ante un jefe irritable, neurótico, ansioso, el empleado se siente bloqueado y disminuye su concentración", señala Muriedas. No olvides que el autocontrol, la receptividad y la resistencia a la adversidad son cualidades necesarias en los directivos.

Fuentes: http://mx.news.yahoo.com/s/19082009/65/n-business-7-actitudes-mal-jefe.html